Trastornos de la emancipación juvenil y terapia familiar

Si un adolescente empieza a conducirse de maneras extrañas y a tener un tropiezo tras otro, cabe presumir que algo funciona mal en esta etapa de emancipación. Uno de los mecanismos a que apela el joven para estabilizar a su familia al mirar que esta se desbarranca delante de la amenaza de su autonomía, es desarrollar algún dilema que lo inhabilite y lo convierta en un fracasado, de manera que continúe necesitando a sus padres. Así se supera la crisis y la asociación familiar queda tal cual. La situación puede describirse como un ciclo recurrente. El objetivo de la terapia aquí propuesta es poner fin a este ciclo, accediendo el joven y su familia a una reorganización que les deje sobrevivir exitosamente a los cambios De acuerdo a los postulados aquí desarrollados, la intervención terapéutica va a tener máxima eficacia si apunta a la estructura organizacional fundamental familiar, cambiada la que cambiarán también los modos de relación de sus integrantes