Ser gordo, sentirse gordo: Claves para el control emocional del peso

En términos coloquiales «ser gordo» significa que una persona muestra o tiene exceso de peso, mientras que que «sentirse gordo» se emplea para subrayar el malestar sensible relacionado con el sobrepeso. Hombres y chicas difieren sustancialmente en este aspecto. Los hombres, en general, tienen una imagen más benevolente de sí mismos y cuando alcanzan la obesidad se limitan a estar gordos. Las chicas tienden a sentirse gordas al margen de lo que pesen y a atormentarse por esta razón. El creador exhibe en esta obra cuáles son las vías para el control efectivo del peso. Con todo, con el fin de que el lector no se sienta defraudado debe saber de antemano que, si bien perder peso a corto plazo (meses) es probable, mantener la pérdida de peso a la larga (años) es una compañía difícil que requiere un compromiso de cambio sobre muchísimos aspectos del modo de vida. Estos cambios afectan al género de alimentación, a la actividad física o al modo de enfrentarse al estrés sensible, e implican aprender a relativizar el valor del cuerpo y llegar a aceptarlo. O sea, dejar de «sentirse gordo». Pero dejar de «sentirse gordo» es también sumamente importante para aquellas personas que, al margen de su género, tienen un peso normal y, a pesar de ello, siguen con maniobras de adelgazamiento inútiles que, paradójicamente, les pueden llevar a ganar peso de un modo inconsciente.