Rendirse no es una opción

🧐 64 visitas

Cuando me diagnosticaron esclerosis múltiple, un médico me aseguró que en poco tiempo no podría andar ni 200 metros. Unos años después, participaba en mi primera Ironman, la prueba más exigente del triatlón Con 32 años lo tenía todo: era un hombre saludable, enamorado, con sentido del humor y luchador. Ejecutivo mercantil en una enorme compañía, viajaba sin cesar por todo el mundo, saltando de un continente a otro con la misión de cerrar acuerdos fundamentales. Mi vida profesional transcurría entre estados exóticos, hoteles lujosos, esperas en aeropuerto, aviones angostos y reuniones tensas e interminables. Lo tenía verdaderamente todo. Pero eso pareció desvanecerse para siempre una mañana de vacaciones. Se me cayó el cigarro de las manos. No una, sino dos veces. No le di mucha magnitud al principio, pero fueron las primeras señales de un conjunto de síntomas que me preocuparon. Poco después me dijeron que padecía esclerosis múltiples. Me pronosticaron un futuro bastante gris y lo acepté, pero cuando vi que no podía coger en brazos a mi hijo, cambié completamente de actitud. Comencé a recorrer cada día los 200 metros que separaban mi casa de la estación de metro. Cuando comprobé que podía hacerlo, opté por aumentar la distancia. Poco a poco, correr se convirtió en mi apuesta vital hasta que quise ir todavía más allá. Me compré una bici y me aboné a una piscina. Tenía dos claros objetivos: romper mis límites y vivir.


Editorial: AMAT EDITORIAL
Autor: RAMÓN ARROYO

Comprar Rendirse no es una opción

El Corte Inglés Amazon Todos tus Libros Casa del Libro Agapea Iberlibro Carrefour Fnac

Opiniones

Deja un comentario