Relatos de belcebú a su nieto – libro segundo: Crítica objetivamente imparcial de la vida de los hombres

Continuación del LIBRO PRIMERO G. I. Gurdjieff se valió de múltiples medios para transmitir su enseñanza, pero siempre dio singular relevancia a este libro, cuya meta, conforme sus palabras, es hasta extirpar del pensar y del sentimiento del lector, despiadadamente y sin la menor componenda, las creencias y opiniones , arraigadas desde siglos en la psiquis de los hombres, sobre todo cuanto existe en el mundo. El protagonista, testigo y hábil narrador oral de estas historias, es un anciano y experimentado Belcebú, quien, tras haber abonado por sus pecados de juventud y haber sido perdonado por Su Eternidad, acepta con tesón la educación de su nieto Jasín mediante relatos y reflexiones perspicaces sobre la vida humana en nuestro lejano y atribulado planeta. El resultado es una de las obras más desafiantes y gratificadoras de la literatura filosófica nueva , un auténtico «mar de cuentos» y de ideas que uno podría explorar durante siempre. Majestuoso en escala y contenido, con una prosa y un estilo de desbordante inventiva, sus páginas revelan inmensas dimensiones, desde la nacimiento del cosmos y el desarrollo de la vida en todos los niveles, hasta las más exhaustivas narraciones que manifiestan la profunda comprensión de Gurdjieff sobrel significado y el propósito de la vida sobre la Tierra. Gurdjieff estaba convencido de que un conocimiento real y completo había existido en la antigüedad y de que debía de haber sido conservado y transmitido oralmente de generación en generación. Durante sus múltiples viajes e indagaciones encontró una serie de tradiciones y escuelas de conocimiento, a partir de las que descubrió una ciencia primordial que reconciliaba todos los credos tradicionales, y pudo así formular una síntesis conveniente para el hombre actual. G. I. GURDJIEFF George Ivánovich Gurdjieff nació en 1866 en Alexandropol (Cáucaso), una encrucijada de culturas entre Oriente y Occidente. Hijo de padre de Grecia y madre armenia, es reconocido actualmente como un auténtico maestro que vio con claridad la dirección que ha tomado la civilización nueva y que se dedicó a preparar a muchísimas personas para descubrir por sí mismas, y después difundir en su entorno, la certeza de que Ser es la única realidad indestructible. Tras su muerte (París, 1949), un experimentado grupo de sus alumnos ha conseguido mantener viva su enseñanza en muchísimos estados hasta el día de hoy, en los grupos del Trabajo, establecidos tanto por Gurdjieff mismo como por su sucesora, la señora Jeanne de Salzmann.