¿qué me está pasando?: Cómo combatir la ansiedad de nuestros hijos en un mundo cada vez más estresante

¿De dónde viene la ansiedad?¿Cómo se afronta?¿Qué diferencia la ansiedad de un ataque de pánico?¿Por qué cada vez hay más adolescentes afectados por ansiedad?Definitivamente: ¿qué está pasando? ¿Qué estamos haciendo mal? Stefania Andreoli, experimentada sicóloga y terapeuta especialista en adolescencia, nos contesta de manera clara y precisa a todas estas cuestiones, nos descubre qué se oculta detrás de la ansiedad, de qué manera le podemos hacer frente y nos invita a mirar en la ella una señal positiva de que algo no va bien. Si no hace mucho la ansiedad era un trastorno que solo afectaba a la población adulta, en estos últimos años son cada vez más los adolescentes que la sufren: dolor de estómago, mareos, sudores repentinos, palpitaciones, insomnio, cansancio… Son los síntomas recurrentes de los adolescentes que acuden al licenciado en psicología, habitualmente siempre acompañados de unos padres que no saben qué ha podido pasar. En casa no hay ningún dilema, sus hijos consiguen buenos resultados académicos, son célebres en el colegio, no les falta de nada y, todavía así… no se hallan bien. Stefania Andreoli nos invita a reflexionar qué es lo que está fallando y, aparte de la crisis económica actual y la incertidumbre profesional, examina nuestra actitud como padres, unos Súper Padres que, queriendo lo mejor para nuestros hijos, los hemos protegido demasiado, les hemos dado de todo, pero no les hemos enseñado a incorporar el fracaso y el malestar en su vida habitual, de vital importancia si deseamos que tengan una vida plena y madura. Nuestros hijos, delante de tanto amor, no saben o no desean medrar y, cuando el conflicto irrumpe, surge la ansiedad, una ansiedad que les pilla tan de sorpresa que los paraliza. Andreoli nos invita a que escuchemos más a nuestros hijos, les dejemos su espacio y dejemos que se equivoquen y se caigan. Dejaremos así de ser colegas o madres y padres avatares y ellos, a su vez, se olvidarán de Peter Pan y de Narciso y, como cualquier adolescente saludable, les tocará rebelarse, soñarán con independizarse y odiarán el orden establecido.