No tengo el chichi pá farolillos

¡Basta ya! Es suficiente de frases motivadoras y de reflexiones positivas. Ninguna persona desayuna paté de pequeño pony, ninguna persona precisa unicornios para vivir, absolutamente nadie es tan feliz como prueban sus fotografías de Instagram. Con este libro plagado de anécdotas piradas y cañeras, además de pasar un estupendo rato, vas a poder sentirte identificada y descubrirás que no pasa nada por experimentar la libertad que te da el gritar a los cuatro vientos que estás hasta los ovarios de tanta chorrada y tanta cursilería. Y no, no mueren gatitos por decirlo.