No se lo digas a mis padres

No se lo digas a mis padres’ suele ser la frase con la que los adolescentes terminan sus confidencias. Los padres se quejan de que no cuentan nada en casa, de que les cuesta charlar, de que siempre contestan con monosílabos. Muchísimas veces los hallan como ausentes y parece que solamente van a la suya. ‘No conseguimos saber lo que pasa por su cabeza’, confiesan con auténtica impotencia, y es que la relación con hijos adolescentes requiere adaptarse a una nueva etapa vital, ni mejor ni peor que otras, sencillamente, diferente. Los casos que se relatan en este libro intentan ser una ocasión con el fin de que los padres reflexionen sobre su estrategia educativa, con el fin de que conozcan lo que preocupa a los adolescentes y vean con optimismo su trabajo. La primera dificultad con que se hallan es que no conocen lo que les pasa a sus hijos, por esta razón, no vendría mal leer estas confidencias, pues no se puede solucionar un inconveniente si antes no se conoce su existencia. Con esta intención, los creadores reproducen 31 conversaciones con adolescentes, enmarcándolas en su contexto y agregando algunas pautas que puedan servir tanto para prevenir como para corregir situaciones semejantes a las planteadas. Un libro conveniente para conocer, entender y educar a los adolescentes.