No es posible no comunicar

Paul Watzlawick es una de las figuras clave de la psicología del siglo XX. De origen austriaco, se asentó en 1960 en Palo Alto, California, donde por medio de sus indagaciones en el Mental Research Institute desarrolló la teoría de la comunicación que lo hizo conocido. Para explicarla, estableció cinco axiomas, entre los que incluyó el que da título a este libro: no es probable no comunicarse. El lector tiene en sus manos una recopilación de los textos en los que el creador abordó a fondo la comunicación, que han sido extraídos de sus libros principales: Teoría de la comunicación humana (1969), obra central; Cambio (1974), que se ocupa de la transformación humana; El lenguaje del cambio (1977), en el que intenta mostrar el camino de la libertad y la autonomía del individuo, y, en definitiva, La coleta del barón de Münchhausen (1988), donde compendia sus lecciones y conferencias. El constructivismo radical de Watzlawick niega la existencia de una verdad absoluta. Cuando alguien ha creído encontrar dicha verdad, ha acabado cometiendo los mayores crímenes en contra de la humanidad. Al tiempo, nos alerta sobre el impacto de los medios de comunicación en el comportamiento humano: han llegado al punto de lavarnos el cerebro como ningún gobierno totalitario logró nunca. Conforme el creador, no hallamos la realidad, sino que la creamos. Nuestra percepción de la misma es pura construcción subjetiva, y, por tanto, modificable. Watzlawick nos ofrece métodos para examinar situaciones confusas, suavizar conflictos y aclarar diferencias de opinión. No podemos esperar fórmulas y recetas definitivas, ya que la infinita diversidad de la vida nos obliga a reaccionar de un modo diferente y nuevo en cada ocasión. No obstante, podemos comprender en qué consisten los problemas. La realidad es el resultado de la comunicación.