La escuela que aprende

La escuela es una institución que enseña, pero debe ser también una asociación que aprende. Se suele charlar del currículum de la escuela, o sea, de lo que los alumnos deben aprender, de la forma en que deben aprenderlo y de de qué forma se va a evaluar lo aprendido; pero no se piensa en el currículum para la escuela, o sea: qué es lo que la escuela ha de aprender y por qué, de qué manera va a poder hacerlo, qué baches existen con el fin de que este aprendizaje sea real y de qué manera se va a verificar si lo está realizando de una forma efectiva y, si fuera posible, entusiasta. A partir de la idiosincrasia de la institución escolar, y también en el marco de la cultura neoliberal, el libro ofrece un estudio de lo que debe aprender la escuela, de los baches que dificultan su aprendizaje y de los procesos, generales y concretos, que dejarán alcanzarlo. El creador hace una reflexión sobre el carácter dinámico de la institución, su compromiso social y su apremiante necesidad de adaptarse a los nuevos desafíos y peticiones. Este planteamiento reclama modificaciones en las concepciones sobre la naturaleza y funciones de la institución escolar, de la manera de escoger y conformar a los profesionales que trabajan en ella y también en la manera de organizar la práctica escolar.