La emoción de educar: Manual práctico para familias (im)perfectas

Absolutamente nadie nos enseña a ser padres. Y, a pesar de hacerlo con la mejor intención y de la mejor manera que sabemos, en muchísimas ocasiones es una tarea complicada. Somos autodidactas emocionales y reproducimos cualquieralo que hemos vivido, visto, escuchado y sentido a nuestro cerca desde que somos pequeños. Dado que solo podemos pedir a nuestros hijas e hijos eso que nosotros también podemos ofrecer, se hace preciso comenzar a hacer ‘lo de siempre’ de manera diferente y convertirnos en el mejor espejo donde poder reflejarse en su día a día. En este libro vas a encontrar todas aquellas cosas que siempre se dan por hecho, pero que jamás se hacen. Por el hecho de que consiste en ofrecer herramientas para el futuro, pero también y principalmente, para el presente. Por el hecho de que con el fin de que el día de mañana nuestros hijos sean adultos libres, primero han de ser en el presente chiquillos felices. Por el hecho de que con el fin de que sean la mejor versión de sí mismos en sus actos, primero debemos convertirnos en el ejemplo alén de las palabras. Por el hecho de que el legado más hermoso que podemos regalarle a un chiquillo siempre son, y serán buenos recuerdos.