La educación, puerta de la cultura

Bruner examina las implicaciones de la psicología educativo en la educación. Este enfoque de la psicología parte del supuesto de que la actividad mental humana no se genera en solitario. «No se puede comprender la actividad mental a no ser que se tenga en cuenta el contexto educativo y sus recursos, que le dan a la mente su forma y amplitud.» El creador apunta que los grandes cambios tecnológicos del mundo actual afectan a la vida humana en todos sus terrenos (trabajo, familia, comunidades y relaciones interpersonales). Delante de eso las nuevas generaciones han de aprender no solo a manejar grandes cantidades de información e interaccionar con un mundo tecnológico cambiante, sino también a desarrollar un significado de sí mismos como ciudadanos del mundo al tiempo que conservar su identidad local. Eso supone un desafío para las escuelas y la educación en general, en la medida en que estas deben dejar de ser vehículos de transferencia de conocimientos y capacidades teniendo en cuenta el contexto educativo. La escuela es el primer y más relevante contacto que el niño pequeño tiene con su cultura, en la que trata de entender sus complejidades y cosas contradictorias. Por este motivo el objetivo de la educación es echarle una mano a encontrar su camino en su cultura ayudándole no solo a dominar unas determinadas capacidades técnicas, sino a conocer y tomar conciencia del mundo en el que va a vivir.