Guía de actuación y evaluación en psicomotricidad vivenciada

El más importante bache para poder rentabilizar en la escuela el juego espontáneo en la sala de psicomotricidad es disponer de unas referencias que nos dejen ser capaces de efectuar una lectura adecuada de lo que los chiquillos nos expresan en esta situación y saber ofrecerles una réplica apropiada. Este material nos ayuda a organizar estas situaciones, comprenderlas y evaluarlas a fin de descubrir aquellos matices que nos dejarán ofrecer a los chiquillos un apoyo adecuado a su desarrollo y necesidades. Para ello ofrece: Un marco conceptual fundamental que recoge de manera sucinta los pilares de la práctica psicomotriz. Entre ellos, la consideración integral del niño pequeño, la atención globalizada a todos los aspectos de su desarrollo, el valor de la experimentación activa por su parte como medio privilegiado para aprender, la trascendencia de la interacción, el fomento de la creatividad, la autonomía y la atención a los procesos de maduración sensible. Todo ello es considerado como las señas de identidad de la mirada del psicomotricista, su manera de comprender la forma en que se sustenta la construcción de la forma de ser del chiquillo y se promueve en él una actitud propositiva y motivada hacia el aprendizaje. Algunas orientaciones para la práctica referidas a la preparación de la sala de psicomotricidad, distribución de espacios, materiales, el género de dinámicas que se propician con ellos, etc. A?n cuando la base de la psicomotricidad vivenciada es el juego espontáneo, el contexto en que el chiquillo va a jugar y explorar va a propiciar que se establezcan diferentes dinámicas que nosotros podemos considerar fundamentales para su proceso de desarrollo. Por esto, de qué forma organicemos la sala es un aspecto primordial, cuyo diseño debemos cuidar. Una guía de observación y evaluación. Estos recursos echan una mano a organizar la recogida de información porl profesional, profundizando más en la realidad del sujeto, conectando los diferentes rasgos detectados y facilitando las decisiones relacionados con el género de experiencia a preparar en la sala o el sentido de la intervención que podría ser preciso efectuar. El primer paso para servir de andamiaje en el proceso de desarrollo de los alumnos es entender qué necesidades individuales tienen. En la sala de psicomotricidad vivenciada, ellos nos las están comunicando constantemente a condición de que comprendamos el código en que lo hacen. Recoger esta información y construir una visión integral del desarrollo de cada niño pequeño nos va a ser de gran utilidad para poder echarle una mano. Unas orientaciones para la intervención en casos concretos dentro de la sala de psicomotricidad. Alumnos agresivos, inhibidos, con contrariedades de integración social o con un nivel de actividad motora que escapa a su capacidad de autorregulación. Un apartado de otros recursos, donde se recoge la estructura de los conceptos manejados en la guía a través de gráficos por ámbitos ypor medio de un glosario estructurado donde se definen los términos empleados comúnmente en psicomotricidad.