Educar para la paz: La neurociencia de la felicidad responsable

Es difícil educar a las generaciones que han nacido en un mundo hiperactivo y diseñado tecnológicamente. No obstante, los seres humanos somos la única especie capaz de enseñar a su descendencia a ser felices. La evolución ha diseñado nuestros cerebros para adaptarnos, interactuar y conectar con otros desde la bondad. Es el momento de transformar la educación y derribar los argumentos que sobrevaloran la magnitud de los logros, el individualismo y la competitividad en edades sorprendentemente tempranas. Es el momento de dejar de no visualizar el sentimiento de desconexión que experimentan día a día niños pequeños y adolescentes. Hoy sabemos que la tecnología no les hace realmente felices y la neurociencia lo confirma. Urge darles una vida importante que aleje de sus vidas el sentimiento de sentirse aislados, sin deseo de tener conexiones positivas y partidos interiormente. Educar para la felicidad responsable es, en este sentido, el gran desafío de la educación.