Cinco llaves para educar en el siglo xxi

Si nos pusiéramos en la mente y también en el corazón de un chiquillo o una niña pequeña en una escuela como la que soñamos los educadores y educadoras que hemos realizado este libro, seguro que diría algo similar a esto:- Mi colegio abre muchísimas puertas. Por esto nos enseñan a utilizar muchísimas llaves.Con la llave del talento abrimos la puerta de nuestra imaginación y nuestras capacidades, y hacemos muchísimas cosas originales y novedosas. Comenzamos a dibujar nuestro futuro personal y profesional, jugamos a ser mayores. Con la llave del corazón abrimos la puerta de nuestros sentimientos, nos emocionamos con lo que hacemos, disfrutamos aprendiendo juntos. Aprendemos de qué manera se llaman las emociones, por qué suceden y de qué forma nos pueden asistir. Con la llave del diálogo abrimos la puerta de la comunicación positiva, nos comprendemos mejor, cooperamos más y aprendemos a resolver conflictos. Descubrimos que podemos pensar juntos y conseguir todo cuanto nos planteemos si nos comunicamos eficazmente. Con la llave de la solidaridad abrimos la puerta de la esperanza y soñamos un mundo mejor para todos. Nos acordamos de los chiquillos y chiquillas que no tienen escuela, que no tienen familia o que sufren desnutrición, y hacemos proyectos para echarles una mano. Con la llave del aprendizaje abrimos la puerta del conocimiento, pero no consiste en saber por saber, sino de saber para aplicarlo a multitud de situaciones. Es emocionante darse cuenta de de qué forma aprendemos y de qué manera utilizamos nuestro pensamiento. Mi colegio abre muchísimas puertas, ¿y el tuyo?