Castigar no es educar: Todas las ventajas de la disciplina positiva

¿Por qué no debemos castigar? ¿Sirve para algo el «rincón de pensar»? ¿Es de vez en cuando el silencio una buena herramienta con los niños? ¿Hay siempre que cumplir con las promesas que les hacemos?Este instructivo libro nos charla, desde los principios de la Disciplina Positiva, sobre cuáles son las formas más amable y conveniente de educar a nuestros hijos, y lo hace sin juicios ni prejuicios. Respeto, motivación, empatía, confianza y gestión sensible son solo ciertos pilares de una educación flexible que conecta con el niño pequeño y con sus sentimientos. Que evita la rebeldía, la revancha y que salten chispas en la familia.