18 selfies con las enfermedades

Todos sabemos el poder que tienen las enfermedades para amedrentar nuestra vida. Por esto me niego a vivir bloqueada por el temor, esperando que me saboteen sin piedad. La vida me ha colocado la enfermedad de mi madre y algún motivo va a tener. Su plan secreto no va a convertirme en víctima de sus avatares, y lejos de disminuir mis fuerzas, voy a exprimir cada golpe en busca de mi recompensa. Como cuidadora, he atravesado muchísimas etapas y he experimentado innumerables emociones, exuberantes como para acumular las herramientas precisas para afrontar cualquier desafío. Cada fase me ha brindado una lección, y he aprendido que diferente no significa peor. Los cambios implican renovarse y descubrir capacidades que hasta ahora permanecían ocultas. Pese a que no tengamos manual de instrucciones, no hay que olvidar que es nuestra actitud la que va a infundirnos motivación para aceptar riesgos y valor para tomar decisiones. Las enfermedades son pozos de sabiduría que ocultan aprendizajes muy valiosos, cuyos beneficios requieren un esfuerzo muchísimas veces sobrehumano. A pesar de ello, a medida que desarrollemos nuestra capacidad de adaptación, conseguiremos lograr una mayor habilidad en el momento de manejar cualquier sentimiento. Pese a que el camino que me queda por recorrer no se atisba nada simple, estoy dispuesta a ajustar mi rumbo a las peticiones de la enfermedad, tantas veces como sea preciso.