El hermoso mono blanco: La evolución de la conciencia

El ser humano intenta aferrarse a cualquier «tabla» de salvación con la única intención de sobrevivir en un mundo en el que se está sintiendo extraño. Ocupamos un lugar en este universo infinito donde deambulamos desperdigados haciendo cada uno la «guerra» por nuestra cuenta. Nos organizamos en pequeños grupos de compatibilidad en torno a un deporte, a una actividad educativo o religiosa, a una profesión, etc., con la finalidad de sentirnos parte de algo. Tal vez hayamos perdido la conciencia de que ya conformamos parte de algo bastante más grande o jamás la hemos tenido. En cual-quier caso, precisamos con premura recuperar eso que hemos olvidado, precisamos recobrar la cordura y situar la conciencia en un plano mayor de nuestra mente. Por muchísimas dificultades, injusticias, aflicciones, pesadumbre, dolor y sufrimiento que veamos en el mundo no paran de ser más que manifestaciones y exteriorizaciones de nuestra inconsciencia. El ser humano solo tiene un inconveniente que resolver, que es el que concierne a su identidad. No es suficiente con nuestra versatilidad para adaptarnos a las siempre cambiantes eventualidades de nuestra vida. El hábito de vivir por inercia, dejándonos seducir por la costumbre y las repeticiones incesantes de nuestras vivencias, nos posiciona en un lugar que no nos corresponde. Tu auténtica esencia precisa ser reconocida a través de la utilización de tu conciencia; una conciencia que precisamos alimentar para certificar su naturaleza evolutiva. Nuestra evolución nos ha llevado de la Edad de Piedra hasta nuestros días. Hemos evolucionado de manera extraordinaria en lo que respecta a nuestro bienestar y comodidades. Hemos evolucionado en el conocimiento de nuestro cuerpo aumentando de manera exponencial nuestra esperanza de vida. No obstante, parece que todavía queda un abismo en lo que concierne a nuestro autoconocimiento. Espero que las páginas que conforman este libro te ayuden a experimentar una evolución cuántica en tu conciencia. Es el momento de dejar que ese homo sapiens despierte del sueño y se dé cuenta de que El bonito mono blanco lo espera en el umbral de su mente para hacerlo consciente de quien realmente es.