A mí no me pasa nada

Los profesionales de la Salud Mental nos hallamos con serias contrariedades para tratar a algunos adolescentes borderline graves, que afirman que no les pasa nada. A través de el análisis de de qué manera estructuraron su identidad durante la infancia, pudimos observar que su proceso evolutivo mental ha tenido serias contrariedades en el momento de desarrollarse, ya que quedó bloqueado en etapas infantiles. Y cuando llegan a la adolescencia siguen teniendo una mentalidad infantil. No tienen consciencia de sus actos ni de las consecuencias. Funcionan como niños pequeños y no aceptan ser ayudados. También hemos comprobado que estos adolescentes habían crecido en asociaciones familiares de características ególatras o desestructuradas, que no supieron auxiliar a medrar a sus hijos bajo las funciones parentales. Hubo un manejo deficiente de estas funciones parentales. Proponemos un nuevo modelo de tratamiento inspirado en las funciones parentales para resolver el bloqueo mental que sufre el adolescente y así poder iniciar con él una psicoterapia individual focalizada en la transferencia, siempre que sea posible. En definitiva, exhibimos un ejemplo de tratamiento.